Aventuras en Darmstadt

En lo que monto el nuevo blog voy a utilizar este para iros adelantando primicias. Hoy la primera entrega que escribí anoche antes de irme a dormir. Os lo envió desde el ordenador con internet gratis que hay en el hall del hotel.


Nacho @ Darmstadt

Llevo poco más de dos días fuera de Valladolid y tengo tantísimas cosas para contar que no sé ni por donde empezar. Incluso el desayuno en París, en una cafetería muy cuca al lado de Le Sacre Couer me parece ya algo tan lejano que me resulta casi increíble que fuera esta mañana. Tengo que hablaros del viaje, de los trucos sucios para ahorrar dinero en las autopistas francesas, de la locura de las autovías alemanas, de mi amigo kit (el GPS) que me saca de cualquier sitio por muy perdido que esté, de San Sebastián, de París, de, de, de... pero todo eso será otro día. Hoy os voy a comentar mis primeras impresiones aquí en Darmstadt.

Petit-dejeneur aux Paris

Lo primero es deciros que estoy bien y que he llegado sano y salvo. El viaje no ha sido muy pesado e incluso diría que se me ha hecho corto, y ha sido toda una experiencia, eso de ir con el coche "improvisando" (si se puede llamar improvisar cuando uno tiene a kit para llevarlo al fin del mundo y más allá) tiene su gracia. Así que a las seis de la tarde llegaba a Darmstad... ¿qué no sabéis dónde está Darmstadt? sin problema, Google os lo enseña.

Tras una duchita y descansar un poquito, he intentado ver si podía conectarme a alguna red wireless para tener Internet y oh sorpresa, primera diferencia entre España y Alemania, ¡aquí la gente protege las redes inalámbricas con contraseña para que no las utilicen vecinos gorrones! ¡qué poca solidaridad! Tampoco estaba con ganas de ponerme a buscar contraseñas así que tras un par de intentos fallidos dejé a un lado la vena friki y me fuí a explorar la ciudad y de paso a cenar porque llevaba desde el desayuno sin comer nada.

Redes protegidas, agggg!!!! interné!!!! necesito interné!!!!

Y la primera impresión ha sido extraña, muy extraña, por un lado me he sentido como un niño pequeño, parándome en cada escaparate y fijándome en cada detalle. He ido haciendo un mapa mental de todos los sitios que tengo que visitar aquí: una tienda con un nombre en un idioma raro pero que si fuera España se llamaría "la tienda del friki, bienvenido chete", unos bares muy muy chulos (que hoy estaban abarrotados), un cine que pone versiones originales, un restaurante mexicano que tiene una pinta estupenda (así que ya sabes Ana dónde te voy a llevar cuando vengas de visita)... Pero por otro lado, la otra sensación era la de soledad absoluta, sin nadie al lado con quien comentar lo que ves, en un sitio distinto, con un idioma diferente que no entiendes, y durante unos microsegundos uno se pregunta ¿y ahora qué? con lo fácil que era todo en casa, quién me manda cambiar... Pero al fin y al cabo esto era precisamente parte de lo que se buscaba, el reto, el tener que empezar de cero, en un sitio dónde no conoces a nada ni a nadie, el tener que construirlo todo por uno mismo; eso precisamente es lo que quería y es lo que tengo... y estaba yo enfrascado en estos pensamientos insignificantes cuando me encontré con algo importante, una exposición de coches en plena calle, como si fuera un concesionario pero al aire libre, y claro cuando ví el precio de los coches pensé ¿quién quiere amigos cuándo puedes tener un cochazo por precios ridículos? Creo que me voy a comprar cuarto y mitad de coches deportivos para llevarlos de contrabando a España y sacarme un complemento al sueldo.

Y al final entre unas cosas y otras eran ya las 9.30 y, salvo algunas calles que estaban muy concurridas, la mayor parte daban pena de lo vacías que estaban para ser un viernes (¡ay! no quiero ni pensar como va a ser esto un Lunes de invierno, espero que tengan una sucursal del Molonio). Se imponía buscar un sitio para cenar. A primera vista hay mucha variedad y los precios parecen bastante asequibles. Descarté uno porque era en una terraza aunque incluía manta con la consumición (sí sí como os lo cuento, la gente estaba en la terraza y para que no pasarán frío el bar les prestaba una manta naranja chillona para que se la pusieran por encima, sin comentarios, la gente es masoquista, con lo bonito que son los interiores). Así que acabé en un restaurante turco, pero de los de verdad no en un kebab, de esos con cuchillo, tenedor y carta. Y allí cené y de paso hice mi primera amiga en Darmstadt, la camarera, una chica majísima que hablaba un poco de español. Así que como ella quiere aprender más español y yo necesito aprender alemán hemos quedado la semana que viene para charlar un poco. Ya estoy un poquito menos solo en Darmstadt, empieza la aventura.

Guten nacht

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero que hagas a menudo este "Diario de Bridg-chet Jones", porque promete estar entretenido. Me alegro de que el viaje fuera bien, y ya el primer día empieces a hacer amigos. Ya nos irás contando nuevas. Un abrazo!!!

Anónimo dijo...

Que buena entrada a Alemania ha tendo el blog!!Asi da gusto!!Seria una gozada que sino todos ,casi todos los dias te explayes como hoy!!Creo q no te pedimos mucho esfuerzo ya que seguro q cada dia va a ser tan interesante q te va a salir solo!!!Con este tipo de paradas es normal q se te pasara rapido el camino!!ves como es facil conseguir amigas para aprender aleman???????
ojala tenga yo tb buen comienzo en la capi!!!!

Anónimo dijo...

Me alegro de que hayas llegado sano y salvo. Espero al igual que todos que publiques con frecuencia. Nos vemos en la red. Un abrazo

Anónimo dijo...

JOLINNNNNN, Q BIIIEEEENN!! YO QUIERO IR A UN MEXICANO EN ALEMANIA!QUIERO QUIERO!Y QUIERO UN COCHE BARATOOOO..SIIIIII

Anónimo dijo...

logico el ir a un turco..intenta encontrar un restaurante típico alemán, te reto... ahora en aleman. Es ist ja klar dass du nach ein Turkische restaurant gegangen warst.. es ist sehr schwear eine deutsche zu finde, .. bueno más o menos...a ver si tu lo haces mejor que yo. Ya verás los lunes negros alemanes, eso si... seguro que te pierdes en el encanto Alemán..porque tiene mucho.

Anónimo dijo...

Ya estaba deseando saber que habías llegado bien a Alemania... que tienes más peligro en coche que Gollum en una joyería!!! Me alegro mucho de que hayas empezado con buen pie y creo que esta crónica virtual va a ser muuuuuy interesante. Esperamos con ansia el próximo capítulo...
Y recuerda que no hay nada insignificante en tu vida. Un beso muy grande.

Anónimo dijo...

Ya estaba deseando saber que habías llegado bien a Alemania... que tienes más peligro en coche que Gollum en una joyería!!! Me alegro mucho de que hayas empezado con buen pie y creo que esta crónica virtual va a ser muuuuuy interesante. Esperamos con ansia el próximo capítulo...
Y recuerda que no hay nada insignificante en tu vida. Un beso muy grande.

Anónimo dijo...

Jo, te estaba leyendo y no sabes como te entiendo. Y se que tu perteneces a ese pequeno grupo de gente que lo va a disfrutar con ganas. Un besazo!